Cafés, comidas, noches locas, viajes, abrazos, llantos, mensajes tontos y risas, muchas risas. Con ellas… cómplices, compañeras de aventuras y desventuras, siempre y para todo la mejor medicina.
Pasan los años, cambia la vida pero allí están ellas.
A veces invisibles, a veces añoradas y otras cabreadas. Pero ahí están, basta un ratito, una mirada, un abrazo o esas risas descontroladas y cualquier bronca queda olvidada.
A veces invisibles, a veces añoradas y otras cabreadas. Pero ahí están, basta un ratito, una mirada, un abrazo o esas risas descontroladas y cualquier bronca queda olvidada.
Amigas, hermanas… gracias por estar, por ser y por compartir.
Geniales, me encantan!
Que bien Iris!!
Gracias por la visita y por comentar.
Un besote